Sorben los gajos de pieles muertas los críticos viperinos.
Una raíz alentará el convenio entre hacedores.
Arañarán todas las esquinas resarciéndose oscuros.
¡Qué gane el mas fuerte!Pero vencerá todo aquel que se abstenga de luchar.

El egoismo del torturado

¿Qué hay de ti, amado mío, si cruzas tras el rebaño las hojas secas?
¡Ay de mí! Incomprendida, recreadora de aspiraciones ajenas.
La maldad del que quiere morir viviendo en la inmensidad del prójimo.

Asistí al último suspiro de tu niña. La criatura se agitaba desorientada sobre mi pecho. Desapareció en un nicho hermético de miel y sangre.
Ahora solo converso con la fecha de su tumba y lo que me dicen tus ojos.