Estoy destrozada. Sostengo un proyecto de vida entre las manos, está muerto y no sé qué hacer con él. No he tenido tiempo de verlo agonizar, de repente lo miré y estaba muerto entre mis manos, estoy en shock mirandolo sin saber qué hacer.
Iba a ser madre, iba a tener a un compañero que me iba a acompañar en el proceso como debe ser; en el proceso y en la vida.
Ahora estoy sola con el vientre vacío mientras a mi alrededor no hacen más que crecer flores en invierno.
Estoy perdida, la brújula se ha estropeado y llevo la cartera vacía. Gasté todo en una espera frustrada, confiando en que mi compañero ahorraba por los dos mientras yo invertía en hacer nido y ahora tengo un nido sin familia.