14/5/20


Hace tiempo que dejamos de imaginar para ser. Fuimos,  maldecimos, nos convertimos en espectros durante un tiempo deseando haber sido lo que antes proyectamos. A pesar del fuego algo quedo palpitando en la ceniza, el valor del querer ser, la más genuina forma de no querer separarse a pesar de la devastación. Tuvimos mala suerte, llego el verano y estábamos tan cerca... fue fácil que prendiese el fuego... pero ese fuego arrollador no nacía de dentro, llegó de fuera con la voluntad de aniquilarnos y aquí seguimos pataleando en el agua que quiso ahogar al fuego, manteniendo las manos unidas más allá de la tragedia. Me niego a renunciar a ti.

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